Muchos se empeñan en establecer una diferencia entre los abonos y fertilizantes, sin embargo son lo mismo. La definición oficial es “producto utilizado en agricultura o jardinería, que por su contenido en nutrientes, facilita el crecimiento de las plantas y su rendimiento”.
Tanto los abonos como los fertilizantes mejoran la calidad de las cosechas y ,según convenga, también modifican la fertilidad del suelo. Así pues son fertilizantes, los abonos, productos especiales y las enmiendas.
La diferencia puede radicar en su estado físico, si es líquido o sólido; o en su composición, si es orgánico o minerales. A continuación destacamos siete ventajas de los abonos líquidos, orgánicos o minerales, en las plantas:
Los abonos líquidos orgánicos:
- Son los mejores para reponer la materia orgánica del suelo.
- No degradan la vida del suelo ni acaban con los microorganismos de las plantas. Ayudan a la proliferación de la flora microbiana, que reestructura el equilibrio del suelo.
- Recuperan la materia orgánica del suelo.
- Permiten la fijación de carbono en el suelo, así como la capacidad de absorber agua.
- Estimula el crecimiento de las plantas.
- Se obtienen cosechas más sanas y abundantes.
- Son fácilmente absorbidos por las raíces de las plantas.
- Ayudan a mejorar la absorción de los nutrientes de las plantas.
Los abonos líquidos minerales:
- Son fáciles de manejar así que ahorran costes de manipulado.
- Evita problemas de legalidad en el transporte porque son transportados directamente al tanque de llenado.
- Mejoran la disponibilidad de las plantas ya que absorben los nutrientes solubilizados.
- Óptimo pH para la toma de nutrientes.
- Existen soluciones a medida en función de las necesidades que tenga la planta
Para tener un amplio conocimiento de estos productos, os recomendamos la aplicación móvil del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que permite, tanto al agricultor y técnico profesional, consultar sólo aquellos productos que estén debidamente registrados por el Ministerio de Agricultura.